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Ubicado en la Casa de los Huarte, es un palacio renacentista de principios del siglo XVI, de los que caracterizaron el paisaje urbano de Zaragoza en ese siglo de esplendor. Se trata de una construcción temprana, cuyo estilo presenta todavía reminiscencias góticas, en especial en las arquerías de la galería superior; de la traza antigua se conservan el patio con zaguán y la escalera principal con bóveda de casetones, junto con dos artesonados de cierto interés.

Este parque empresarial, a orillas del Ebro y próximo a las salidas de la ciudad y de la estación intermodal de Zaragoza, se sitúa en parte del espacio que ocupó la Exposición Internacional de Zaragoza en el año 2008. Esta circunstancia ha dotado al conjunto, que había sido diseñado para cumplir esta nueva finalidad, de particularidades arquitectónicas y ambientales.

La antigua Plaza Mayor de Alquézar es una pequeña plaza porticada cuyos soportales alternan entre adintelados y arcos de medio punto. De tendencias rectilíneas, la plaza acogía tradicionalmente a artesanos y comerciantes.

La Plaza de España de Chodes es una de las más originales de las conservadas en Aragón. Su construcción se produce en la segunda mitad del siglo XVII. Se trata de una plaza poligonal de doce lados con veinticuatro viviendas, tres accesos y la iglesia parroquial. Estas viviendas se han conservado casi en su totalidad y se han ido restaurando para preservar su estructura y original tipología.

La Plaza de Toros Vieja de Tarazona  es una de las más antiguas que se conservan en España y la más original en cuanto a su forma. Fue construida gracias a la iniciativa de varios vecinos que solicitaron a cambio la cesión del solar municipal. Se inauguró en 1792 con la celebración de unas novilladas  y estuvo en uso hasta 1870. Este conjunto arquitectónico es en realidad un edificio de viviendas que rodean el coso taurino. Tiene forma octogonal. Se estructura en cuatro plantas: planta baja y tres alturas, con ventanas en la parte exterior y al interior grandes arcos sobre pilares ochavados.

Bella plaza porticada cuya forma actual se configura en el siglo XVII. Junto al ayuntamiento, destaca la presencia de las casas Barón y Heredia, cuyas pinturas al fresco crean un espacio único.

La Plaza de Navarra, también llamada Plaza de Zaragoza, de Huesca es resultado de la suma de varios proyectos ejecutados a lo largo del tiempo. Esta suma acaba por crear un espacio de gran calidad urbana que incluye en su entorno edificios emblemáticos como el Círculo Oscense o el Convento de las Carmelitas Descalzas y, en medio de la plaza, la Fuente de las Musas.

La Plaza Amantes surge en el vacío causado por los bombardeos de la Guerra Civil que asolaron la ciudad. Tras varios intentos a lo largo de la Postguerra de transformar ese vacío en una plaza, confiando en su situación central y en la presencia dominante de la emblemática Torre de San Pedro, en 2008 y tras un concurso, Linazasoro diseña una plaza definida por una fuente, una escalera y la terraza que los une. Todo a los pies de San Pedro y del Mausoleo de los Amantes.

La plaza actual es resultado de un proceso de transformaciones urbanísticas a lo largo del tiempo que arranca en el siglo XVI y que llega hasta finales del siglo XX dando como resultado una de las plazas peatonales más grandes de Europa. En torno a la plaza se concentran las dos sedes catedralicias de Zaragoza, el ayuntamiento y la lonja, un bello edificio renacentista.

Articulada a partir del castillo, la plaza se llena de fachadas entre las que destaca la del Ayuntamiento que cuenta entre sus muros con parte de la antigua muralla evidenciando su trazado medieval.

Esta plaza, parcialmente porticada, evidencia la importancia de Cantavieja durante la Edad Media y el Renacimiento, concentrando ayuntamiento e iglesia en el mismo espacio.

Al exterior presenta dos tipos de fachadas muy diferentes. Las fachadas hacia las calles Coso y Eusebio Blasco fueron proyectadas en 1937 por Regino Borobio y José Beltrán en ladrillo caravista combinado con motivos decorativos en piedra dentro de una composición de aires racionalistas. Por otro lado, las fachadas hacia la calle Don Jaime I, la plaza José Sinués y una pequeña parte de la calle Blasco fueron realizadas a finales de XIX por Ricardo Magdalena en ladrillo revocado y pintado de blanco siguiendo una composición clásica con elementos ornamentales academicistas. En el interior, el espacio más importante es la sala de espectadores. Presenta una tipología de "teatro a la italiana" con planta en forma de herradura. Tiene un aforo de 1.100 espectadores distribuidos entre el patio de butacas o platea y cuatro pisos

Rafael Moneo realizó el diseño del edificio. Fue construido en hormigón amarillo ocre y se presenta al exterior moderado en sus formas, jugando con las líneas rectas y curvas en sus muros. El color y las formas lo asemejan a los cercanos Mallos de Riglos en los que el arquitecto se inspiró a la hora de dar forma al proyecto. Moneo deiseñó también la urbanización exterior y su tratamiento paisajístico.

El Museo de Huesca está ubicado en el edificio de la antigua Universidad Sertoriana, adosado a lo que se conserva del Palacio de los Reyes de Aragón. Es un magnífico ejemplo del románico civil de finales del siglo XII y se podrían destacar de entre sus estancias las conocidas con los nombres de "Sala de la Campana", "Salón del Trono" y "Sala de doña Petronila".